Dormir antes de un viaje: El colchón que elegimos y su impacto en nuestra salud.

Es de conocimiento popular que dormir no es lo mismo que descansar. Podemos dormir 8 hs y despertarnos sintiendo que salimos de fiesta y jamás nos acostamos. Cuanto más profundo e ininterrumpido sea el descanso, mejor nos sentiremos al día siguiente. Y si vas a conducir durante el viaje, si o sí debes estar bien descansados.

Encontramos múltiples factores y elementos que afectan nuestra capacidad de descanso y relajación, a continuación analizaremos los más importantes. En primer lugar, juega un papel principal la superficie donde dormimos, la presión que ejerce esta base sobre nuestro cuerpo. Si nuestro cuerpo siente incomodidad, se acomodará múltiples veces cada noche y eso, si bien no llega a despertarnos completamente, sí nos saca de la fase de sueño más profundo.

Vamos a repasar varios tipos de colchones que encontramos en el mercado, recordando siempre que el colchón ideal no debe ser ni demasiado duro ni demasiado blando, llegando al extremo de sentir uno cómo se hunde en el colchón al acostarse.

En primer lugar nos encontramos con el colchón de muelles, el más popular entre las personas que suelen sudar mucho, ya que su material permite la ventilación de cualquier humedad generada en el descanso.

Como detallamos previamente existe también el colchón de látex, el cual se adapta de una forma más uniforme y pareja a las curvas y peso de nuestro cuerpo. No todos los tipos de látex son iguales, sino que cada uno tiene características y calidades particulares. El látex natural es aquel compuesto por este material en una concentración del 85%, completando su composición con espumas por ejemplo. En el otro extremo encontramos el látex sintético, y por último el que se conoce como mezcla, que como su nombre lo indica, contiene tanto látex natural como sintético.

Otro tipo de colchón, también muy conocido por todos, es el de espuma. Es importante tener en cuenta que este tipo pierde firmeza y estabilidad con el paso del tiempo, y no suele mantener adecuadamente la temperatura.

Como nombramos previamente, un colchón de baja calidad o que simplemente no se adapta a la forma de nuestro cuerpo, puede tener consecuencias en nuestro descanso. Principalmente un colchón inadecuado se refleja en dolores de espalda (como el lumbago) y en una columna vertebral comprimida por dormir en posiciones incómodas, así como dolores musculares en la zona lumbar. También es de suma importancia el efecto que tiene la superficie sobre la que dormimos sobre nuestros patrones de sueño, podemos notar que si nos despertamos varias veces por la noche a la mañana nos sentimos fatigados y con escaza capacidad de concentración.

Es fundamental resaltar la relación entre la limpieza del colchón y las enfermedades respiratorias, como el asma. Los colchones antiguos o con acumulación de ácaros y suciedad son un foco para los problemas de salud. Se ha observado un aumento en la frecuencia de reacciones alérgicas, dermatitis y conjuntivitis en personas que duermen sobre colchones con ácaros y demás microorganismos.

Teniendo en cuenta los problemas de salud relacionados directamente al dormir en un colchón antiguo, con poca flexibilidad o lleno de ácaros, resulta conveniente la elección de colchones de látex. Analizaremos qué ventajas nos aporta este tipo de material, y qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar uno nuevo.

Los colchones de látex son mundialmente conocidos por su firmeza y al mismo tiempo suavidad. Se recomiendan principalmente para personas que necesitan soporte (sobre todo para la zona lumbar y cervical), pero no se sienten cómodas en un colchón demasiado duro. Por este motivo suelen ser usados por personas mayores o con alguna afección que requiera pasar muchas horas acostado.

Relacionado a lo expuesto anteriormente, el colchón de látex nos facilita la movilidad sobre él, ya que no atrapa y hunde el cuerpo, sino que lo mantiene firme. En consecuencia, la persona debe esforzarse menos a la hora de incorporarse o girar.

Los colchones de látex (sobre todo los compuestos por una mezcla de este material y otros rellenos), son reconocidos mundialmente por su durabilidad y resistencia. Ofrecen un promedio de longevidad superior a los demás materiales, siempre que se conserven y traten del modo que el fabricante nos indique.

Dejando de lado por un momento las ventajas de este tipo de material, no menos importante es conocer que cuanto mejor sea la calidad del látex utilizado (cuanto más natural sea), mayor riesgo correremos que este se dañe por la humedad. No debemos olvidar que es un producto orgánico, no fabricado artificialmente, y por lo tanto requiere de un mayor cuidado. Este es el principal inconveniente a la hora de elegir este tipo de colchones, pero teniendo en mente que necesitan abundante ventilación y cuidados, se logra una larga vida útil sin que el colchón se deforme o genere moho.

A la hora de renovar nuestro colchón, es fundamental que tengamos estas recomendaciones en mente e incluso ahondemos más en el tema, a fin de conocer qué material nos conviene más de acuerdo a nuestro estilo de vida, presupuesto y afecciones de salud pre existentes.

 



2 pensamientos sobre “Dormir antes de un viaje: El colchón que elegimos y su impacto en nuestra salud.”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.